MBG REEDS nace de una forma de entender el trabajo: desde el origen, con conocimiento y respeto.

Nuestra historia comienza en el campo, en un terreno cultivado durante más de seis décadas por mi abuelo, y que hoy sigue en manos de mi familia. Junto a él —y ahora también con la ayuda de mi tío, agricultor de toda la vida y pieza clave en este proyecto— entendí que el verdadero valor del material está en cómo se cuida, no en cómo se disfraza.

Aquí, el Arundo Donax no es un recurso más: es el principio de todo. Lo seleccionamos con atención, lo tratamos con criterio y dejamos que cada planta siga su propio ritmo. Porque una buena caña empieza mucho antes del taller, y cada etapa merece su tiempo.

En MBG REEDS no trabajamos desde la prisa ni desde la cantidad. Las cañas que se ofrecen en cada temporada son las que el terreno y el proceso natural permiten. Cuando se agotan, se espera. Porque lo artesanal no se improvisa: se respeta. Esa filosofía guía cada decisión, desde la selección de la materia prima hasta el último detalle del producto terminado.

Fabricamos desde la tradición, pero con una mirada actual.

Cada modelo, cada diseño, cada elección técnica nace desde dentro: desde quien toca, desde quien enseña, desde quien conoce el instrumento no solo por fuera, sino desde su respiración. Sabemos que cada intérprete es distinto. Cada sonido tiene su forma de llegar. Y nuestro trabajo es acompañarlo, no condicionarlo.

Es una filosofía de trabajo que empieza en la tierra y cobra sentido cuando alguien la hace sonar.